sábado, 27 de noviembre de 2010


Pronunciamiento Público
Marcha Mundial de las Mujeres Chiapas
25 de noviembre de 2010


Hoy, a 29 años de la declaración del 25 de noviembre como el Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres, y a tan sólo 11 años de su reconocimiento oficial, las mujeres seguimos denunciando en todo el mundo la violencia que se ejerce contra nuestros cuerpos, nuestras vidas y nuestros territorios.
La militarización del país en nombre de la guerra contra el narcotráfico, una crisis sistémica mundial, una gradual inseguridad y polarización social, son características del contexto actual que enfrentamos. Las violaciones sistemáticas a nuestros derechos económicos, sociales y culturales, profundizadas por la implementación de políticas neoliberales y patriarcales que promueven la impunidad y la violencia contra las mujeres, son algunas de las consecuencias que vivimos. Vivimos un clima de violencia que ha alcanzado niveles escalofriantes. La militarización como política de estado que padece el país ha ocasionado que las persecuciones, asesinatos, desapariciones forzadas, sean cosa de todos los días. Los saldos de la guerra contra el narcotráfico de Calderón hablan por sí solos: 30 000 muertos en los últimos cuatro años.
Es de sobra conocido que la violencia feminicida se exacerba en contextos de militarización y guerra. Nuestro país sigue registrando altos niveles de asesinatos de mujeres en todos los ámbitos, sea en su propia casa, sea en el fuego cruzado de los retenes militares, sea a consecuencia de conflictos políticos históricos, sea a consecuencia de la pobreza y el hambre. Para muestra, los altos índices de feminicidios registrados en México, que según el informe del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, contabilizan de enero de 2009 a junio de 2010, 1728 casos, tan sólo en 11 estados de la república. De esos crímenes solo 40 han recibido sentencias, reflejando la grave situación de impunidad en nuestro país. La anuencia, la falta de interés y responsabilidad de las instituciones, la permisión y omisión del estado, no garantiza el derecho a la vida de las mujeres al favorecer la reproducción de la violencia estructural y la denegación de la justicia. La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el caso “Campo Algodonero” ha sentado precedentes en materia de justicia para las mujeres, pero el Estado mexicano continúa sin asumir su compromiso y sin ejercer acciones para erradicar la violencia contra las mujeres. Prueba de ello es que Ciudad Juárez sigue siendo el caso emblemático de la violencia contra las mujeres, al registrar de enero de 2009 a junio de 2010, 567 feminicidios.
Del mismo modo, el hostigamiento y persecución contra las luchadoras sociales y defensoras de derechos humanos va en aumento, llegando al extremo del asesinato. Recordamos que el 3 de enero fue asesinada Josefina Reyes, activista que venía denunciando la violación de los derechos humanos por parte del ejército mexicano en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Han pasado casi siete meses desde el asesinato de nuestra compañera, amiga y luchadora social Bety Cariño, perpetrado en San Juan Copala, Oaxaca, el 27 de abril. Su asesinato impune es una muestra más de la violencia política y patriarcal contra las mujeres, que ha caracterizado a la zona triqui en los últimos meses. El nulo avance en las investigaciones, así como la falta de voluntad política para resolver el caso, es muestra fehaciente del desdén y la permisión desde el estado para que el asesinato de nuestra compañera quede en la impunidad.

En este día internacional de la violencia contra las mujeres, las organizaciones de mujeres y colectivos feministas que integramos la Marcha Mundial de las Mujeres exigimos:
1. El cese al terrorismo de estado de Calderón que sacude al país desde hace cuatro años, incrementando la violencia política y feminicida contra las mujeres.
2. El castigo a los responsables intelectuales y materiales del asesinato de nuestra compañera Bety Cariño, que a pesar de estar plenamente identificados no han sido detenidos y enjuiciados.
3. Que el estado asuma su responsabilidad ante la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el feminicidio de tres jóvenes en Ciudad Juárez, Chihuahua, conocido como el caso “Campo Algodonero”
4. El cese a la persecución y hostigamiento en contra de luchadoras sociales y defensoras de derechos humanos, en particular contra Margarita Martínez, amenazada de muerte el día de ayer.
5. El cese a toda violencia sistemática contra las mujeres ocasionada por las desigualdades estructurales características del sistema patriarcal, capitalista, racista, clasista y lesbofóbico.


En este 25 de noviembre, día internacional de lucha contra la violencia hacia las mujeres, y los 364 días restantes del año en que parece olvidarse, seguiremos rompiendo el silencio, denunciando y exigiendo justicia, porque sólo visibilizando la violencia contra las mujeres romperemos el círculo de complicidad e impunidad que la reproduce y normaliza. Seguiremos también luchando por la justicia para nuestras compañeras asesinadas. En ese sentido, nos sumamos a la jornada de recopilación de firmas para exigir justicia para Bety Cariño y Jiry Jaakola, que inicia hoy y concluye el 10 de diciembre.
Manifestamos nuestra solidaridad feminista con todas las mujeres del mundo en sus luchas por la transformación estructural de este sistema que nos oprime y subordina. Celebramos la resistencia que se construye todos los días, dónde las mujeres nos resignificamos y repensamos en la solidaridad y sororidad, posicionándonos como sujetas políticas. Hoy más que nunca reafirmamos que seguiremos en marcha hasta que todas seamos libres.


¡Alto a la militarización!
¡Alto a la criminalización de la protesta!
¡Por el derecho a decidir!
¡No más violencia contra las mujeres!
¡Ni una asesinada más!
¡Justicia para Bety Cariño!




Marcha Mundial de las Mujeres Chiapas, Grupo de Mujeres de San Cristóbal, Colectivo Feminista Mercedes Olivera, Colectiva Lésbica Feminista Autónoma LESBrujas, Mujeres de Maíz en Resistencia, Mujeres de la Resistencia Civil (zonas Amatenango y V. Carranza), Colectivo de Empleadas Domésticas de los Altos de Chiapas, Conversatorio Feminista, Colectivo Feminista La Lengua de las Mariposas de la FCS (UNACH), Grupo Cultural Revolucionario, Grupo de Solidaridad Activa con las Mujeres en Resistencia.

se suman: Grupo de Mujeres de la Argentina, Observatorio de encierro